United States of America vs Google

octubre 30, 2020 10:47 am
Escrito por José Miguel Porto
juicio contra google - jose miguel porto

No pasa desapercibido, como comenta Randal Picker, que la demanda contra Google se haga pública a pocos días de las elecciones en los Estados Unidos.  En esencia, la demanda establece que Google ha abusado de su posición de dominio en tres mercados relevantes y relacionados:  los de servicios de búsqueda, publicidad en búsquedas y publicidad general en búsquedas de texto en los Estados Unidos. ¿Cuál es el daño que se le ha causado al mercado? Se dice que Google impide la entrada de competidores en el mercado de buscadores y al dominar el mercado de búsquedas tiene dominio a su vez en mercados adyacentes, como son los de publicidad en búsquedas y publicidad general en búsquedas de texto.  

Google es un motor de búsqueda (buscador) que se distribuye principalmente en dispositivos móviles (teléfonos y tabletas) y computadoras.  Estos dispositivos cuentan con navegadores de Internet y otros “puntos de acceso” que utilizan buscadores para responder a consultas de los usuarios.  Los dispositivos y computadoras vienen con una configuración por defecto para hacer que la experiencia del usuario sea lo más sencilla y eficiente posible.  Ser el buscador por defecto en dispositivos móviles y computadoras es una ventaja competitiva, ya que son muy pocos los usuarios que modifican la configuración por defecto en sus dispositivos. Para asegurar su posición, Google paga a los fabricantes de dispositivos (Apple, LG, Motorola, Samsung), a los operadores de telecomunicaciones (AT&T, T-Mobile y Verizon) y a desarrolladores de navegadores, entre otros, billones de dólares anuales por ser el buscador por defecto en sus respectivos productos. Habría que preguntarse si estos pagos constituyen prácticas anticompetitivas o son resultado de la competencia efectiva de mercado. 

Por otro lado, los dispositivos móviles cuentan con sistemas operativos propios, siendo iOS y Android los más utilizados. Android es una plataforma abierta que es licenciada a terceros para ser utilizada por cualquier fabricante de dispositivos que a cambio del acceso a la plataforma, ata a los fabricantes a no desarrollar productos y servicios que pudieran competir, entre otros, con los servicios de búsqueda de Google.  iOS es el sistema operativo de Apple para dispositivos móviles y es cerrado, es decir, Apple no lo licencia a terceros fabricantes y utiliza a Safari, navegador propio, que utiliza el motor de búsquedas de Google.  Habría que preguntarse si los acuerdos impuestos por Android y su ecosistema constituyen prácticas anticompetitivas o son resultado de la competencia efectiva de mercado. 

La demanda contra Google señala que desarrollar, mantener y hacer crecer un motor de búsqueda requiere de inversiones sustanciales, tecnología compleja, acceso a canales de distribución eficientes y suficiente escala.  Obtener escala es también una barrera de acceso y parece que el mercado de buscadores cuenta con barreras de acceso naturales que son acrecentadas por las prácticas de Google.  Evidentemente, un dominio en búsquedas otorga al buscador una ventaja para vender publicidad en los mercados adyacentes.  Si las afirmaciones de la demanda son ciertas, resulta difícil creer que Apple desarrolle un buscador propio que compita con Google.  El buscador de Apple pondría fin a la disputa contra Google.  

Finalmente, no queda claro el remedio para evitar que Google continúe abusando de su posición de dominio.  La demanda señala  que se debe implementar un remedio estructural para impedir que Google continúe ejerciendo sus prácticas anticompetitivas.  Este remedio debería ser  la escisión de ciertos negocios de búsqueda o publicidad de Google, pero dicho pedido no se desprende de la demanda.  Hay un largo camino por delante y hay que permanecer atentos al desenlace.   

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Lima, 29 de octubre de 2020